Hoy os voy a proponer una ensalada de lo más vistoso. Yo la llamo ensalada de colores pues son los colores lo que hacen que te entren antes por el ojo que por el coleto.
Ingredientes:
• Espinacas baby.
• Tomates o tomatitos “cherry” de pera
• Aguacates.
• Un gajo de limón
• Cebolla dulce.
• Fresas.
• Queso de rulo de cabra.
• Aceite de oliva virgen.
• Sal y pimienta negra.
• Vinagre de Módena.
Generalmente hago una cama de espinacas “baby” o de brotes tiernos de esos que se venden en bolsas preparadas, en una fuente plana y grande.
Partes los tomates y las fresas. Éstas por la mitad en vertical. Le dan un toque ácido no excesivamente dulce que procuran un sabor digamos que “exótico”.
Se parten los aguacates en trozos que quepan en la boca y se untan con el zumo del limón para que no se oxiden.
La cebolla se parte en tiras y se reparten uniformemente.
Se aliña con la sal, la pimienta el aceite y se le reparten unas gotas del vinagre de Módena.
Por último, se parten unas lascas del queso de rulo de cabra y se echan por encima.
Y “voilà”. Sencilla, vistosa, colorista y muy gustosa. Llena de contrastes no sólo de colores sino de sabores también, pero en ambos casos muy armoniosos. Siempre que la he hecho ha tenido éxito. Ya me contaréis.
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